Decidí que quiero que llueva la noche en que me muera; sí, que llueva para que el agua limpie mis errores, que se los lleve, que olviden las ofensas aquellos a quienes ofendí, que me perdonen los que lastimé.
Que me recuerden con cariño y no se olviden de mi.
Decidí que la noche en que yo muera... quiero que estés ahí.
Destroza este diario #1
Hace 9 años
¡Qué bonito texto!
ResponderEliminarA mi también me gustaría mucho que lloviera el día que me muera y lejos de agregarle un aire melancólico al ambiente, me gustaría porque me encanta ver llover y dormirme con el ruido de las gotas al caer!
¡Saludos!